jueves, junio 17, 2010

Engaño


-¿Daniela? Daniela,  ¿Estas bien?- me preguntó alguien.  Empecé a oler algo que me pusieron en la nariz y poco a poco abrí los ojos.  Era Alfredo con un algodón y  lo que supuse era alcohol.  Y también era Matt.
-¿En dónde estoy?- les dije con la voz ronca.
-En mi casa- dijo Matt orgulloso. 
-¿Qué hacemos aquí?- dije tallándome los ojos.
-No lo sé, te desmayaste y creo que has estado teniendo unas pesadillas horribles- me dijo Alfredo preocupado.
-Tienes razón, ahora recuerdo todo y no era muy lindo- dije mirando a Matt.  Era algo horroroso.
-¿Qué era?- me presionó Alfredo tomándome de la mano.
-No sé, todo es borroso- mentí.
-Hay Daniela, me preocupaste mucho- me dijo Alfredo al oído.
-Yo estoy bastante preocupada- le dije pensando en mi “sueño”.
-¿Desde dónde recuerdas?- me preguntó Matt.
-Creo que…- volteé a ver a Alfredo asustada- creo que me besaste- le dije con alegría y luego mi voz cambió- me besaste y luego huiste- cuando lo dije le solté la mano- y entonces… supongo que me desmayé- dije viendo hacia el suelo.
-Pero luego volví- se excusó Alfredo- y te vi tirada en el suelo con Matt tratando de cargarte- dijo y me levantó la cabeza.
-Hay, pues yo tenía todo solucionado hasta que llegó… éste- dijo Matt, que no había hablado, señalando a Alfredo.
-Si ni siquiera la podías cargar- dijo Alfredo acusándolo- y entonces yo te llevé hasta mi carro y él me siguió sin invitación de nadie- dijo reprochándole.
-¿Entonces por qué me trajiste para acá?- le pregunté.
-Él me obligó, me dijo que si no te traía aquí, llamaría a la policía-
-Pff… cómo si no supieras que no es capaz- le dije con una sonrisa.
-De hecho, él ya había llamado, y hasta estaba hablando con la recepcionista-
-Wow,  Matt, me sorprendes-
-Haría eso y más por ti y lo sabes- en ese momento se me vino mi “sueño” a la cabeza y me dieron escalofríos.
-Mmm… gracias, aunque dudo mucho que la policía viniera a arrestar a Alfredo por ayudarme, y… no era necesario, sabes que yo… confío en Alfredo- le dije sonrojándome.
-Después de lo que te hizo, ya nada es seguro, mi vida- cuando dijo esa oración, me quedé helada y vi como Alfredo también lo hizo.  Recordé como hace apenas dos noches que, creo, habíamos cortado.  Dos noches sin él.  Entonces, Alfredo carraspeó.
-Creo que… ya me voy.  Es tarde y mi mamá se va a… preocupar- dijo Alfredo apurado.
-Pues ya era hora- susurró Matt.
-Si, pues…- dio un suspiro- Daniela, ¿Quieres que te lleve-
-Este… no, no te preocupes, ahora le hablo a mi mamá- le dije sacando mi celular.
-No, no me preocupo.  Anda, me queda de paso- dijo agarrando mi celular y cerrándolo.
-Está bien pues- le dije sin otra opción.
-Espera, Daniela, ¿No… quieres estar un rato aquí? hace mucho que no hablamos y…-
-No, gracias Matt- lo interrumpí- no me siento del todo bien como para hablar ahora- le dije remarcando que seguía tirada en su sofá.
-OH! Claro, bueno, ya será otro día-
-Si, claro, otro día…- le dije no muy segura.
-Bien, entonces… Adiós- dijo Matt señalándonos la puerta.
-Adiós- dijo Alfredo sacado de onda.
-Bien y… ¿Te sientes mejor?- me preguntó Alfredo cuando ya faltaba poco para llegar a mi casa.
-Alfredo, ¿Por qué me cortaste?- le dije cambiando de tema.  Noté como se puso frío.
-Mmm… no, éste… te lo digo en 15 días, ¿va?-
-¿Qué? ¿Me estas poniendo fecha? Sabes que, Alfredo, bye- le dije volteando la cara hacia la ventana.
-No, no Daniela.  Es que… yo NO quiero cortar contigo-
-Alfredo, no me mientas.  Si no quisieras, no lo hubieras hecho-
-Es que… tú no entiendes- dijo enojado.
-Pues explícame- le dije desesperada.
-No puedo, Daniela.  De verdad, ¿No crees que ya me siento demasiado mal con esto? Daniela, tú eras mi vida, pero no sé si eso tenga que cambiar- dijo con algo que nunca había visto.  Tenía lágrimas cayendo por sus ojos.  Se veía tan… indefenso, tan frágil. 
-Alfredo, sea lo que sea, te aseguro que no tiene porque cambiar.  Tú también eras… eres mi vida y estoy segura de que tan siquiera eso no va a cambiar.  Yo no tengo la menor idea de que hice, pero… Alfredo, estoy segura de que no puede ser tan malo como para que me quieras sacar así de tu vida, para que te quieras ir así de la mía- dije con la voz entrecortada por el llanto que me había causado verlo llorar.
-Daniela, tu no hiciste nada.  Fui yo, yo lo hice.  Yo fui el estúpido que no se cuido cuando tuvo relaciones con Alejandra- dijo expulsándolo.  Ya teníamos vario rato parados enfrente de mi casa y me le quede viendo como una estúpida cuando dijo eso.
-¿Qué? ¿Me engañaste? ¿Con Alejandra?- le dije en el tono más triste que alguna vez había escuchado.
-¿Perdón? No, yo no…-
-¿Ni siquiera tienes la cara para aceptarlo?  Eres un cobarde.  Yo te entrego mi vida y tú me pagas acostándote con esa maldita de Alejandra.  ¿Qué no está casada? ¿Ahora te gustan las maduritas o qué?-
-Daniela, no te sigo…-
-No, por supuesto que no me sigues.  ¿Sabes qué? Vete mucho a la …..- dije y me salí del carro.  Respiré profundamente, como si hubiera estado abajo del agua por dos minutos y al fin hubiese encontrado el aire.  Me estaba asfixiando ahí adentro.  No supe que hacer, así que me subí corriendo a mi habitación sin siquiera decirle hola a mi pobre madre.
-“Eres una estúpida, estúpida, estúpida, nunca le hubieras hecho caso”- me repetía una y otra vez.  Mi mamá tocó la puerta por enésima vez, pero como siempre, lo hizo en vano.
-Daniela, por favor, no seas niña, déjame entrar- dijo tocando más fuerte.
-¡Vete!- le grité con todas mis fuerzas.
-¿Sabes cuánto tienes encerrada? 1 día completo.  ¿No tienes hambre?-
-¡No mamá, ya déjame sola!- no podía evitar gritar.
-Dani, es que está Alfredo en la puerta-
-Dile que se largue, que nunca más lo quiero volver a ver- le dije en tono apagado.
-¿Qué no lo quieres volver a ver? Daniela, ya dime, por favor, que es lo que te pasa, porque me estas volviendo loca- dijo con la voz quebrada.
-Mamá, por favor, quiero estar  S O L A- dije con las lágrimas volviendo a salir.
-Está bien, pero si te mueres de hambre que quede claro que no es mi culpa, además ya hablaron de la escuela para saber porque no fuiste ni ayer ni ahora.  Daniela, son dos grandes días desperdiciados.  Les tuve que inventar que tenías chorro- dijo con unas risitas que me irritaban.  Yo decidí quedarme callada.  Cuando vio que no le contesté, solo se fue con un: “No te voy a estar rogando”.
 Mi celular empezó a sonar y no tenía nada de ganas de levantarme, así que deje que la contestadora hiciera su trabajo:
“Hola, lo siento, por el momento no puedo contestar, pero si quieres dejar tu mensaje te contestaré en cuanto lo escuche, excepto si eres tú Alfredo, ni lo intentes” pip.
-Ja ja ja, muy graciosa, Daniela.  Yo sé que estas ahí, por favor, malinterpretaste todo, tus oídos quisieron oír algo que no era.  Yo nunca te traicioné ni te traicionaría…- y mientras el hablaba, yo me paré por mi celular.
-Jódete- le dije y lo cerré.  Después de un rato, de me hizo demasiado estúpido estar encerrada en mi cuarto sin hacer nada, así que me puse mi mejor ropa y le llame a Brianda.
-¿Bueno?- dijo Brianda demasiado sacada de onda.
-Hola Brinda-
-¿Hola Daniela?-
-Mmm… sé que ya no nos hablamos tanto, pero pensé que quizás me quisieras hacer un favor-
-¿Qué cosa?- dijo indiferente.
-¿Te gustaría irte de party?-
-Hola- dijo Brianda subiéndose a mi carro, bueno, al de mi mamá.
-Hola- le dije con una gran sonrisa.
-Extrañaba esto- dijo emocionada.
-Yo también, no sabes cuánto-
-Me encanta tu blusa-
-Y a mi tus zapatos- le dije sonriendo.
-¿Y a dónde vamos?- dijo devolviéndome la sonrisa.
-Un niño que va conmigo en química me invito a un rave (fiesta) y en ese entonces no quería ir, ¿Pero sabes qué?- le dije con una sonrisa pícara que ella conocía muy bien.
-¡Fuck off!- dijimos las dos al mismo tiempo.  Llegamos y la música estaba a todo lo que daba.  Antes, Brianda y yo siempre nos íbamos a fiestas.  No existía un fin de semana sin que saliéramos.  Y para nosotras, fin de semana era jueves, viernes, sábado y domingo.  Pero claro, estoy hablando de mucho antes cuando yo era popular.  Mi mamá agradecía ese cambio en nosotras.
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No lo puedo creer...
ACABÉ!!!!!
Dios, te agradesco que me dieras la luz para que este fucking bloqueo mental se fuera, porque lo odiaba, de verdad que lo odiaba.
Niñas, les juro que no deje de escribir porque me diera flojera, o porque estaba ocupada, o cualquier cosa de esas.
Todos los días, de verdad, ponía  el word y le trataba de poner algo a lo que ya llevaba hecho, pero no sabía qué.
No se imaginan, justo ayer dije: ¡Al diablo! y borré más de la mitad del capítulo que ya tenía.  El otro se acababa en que Daniela casi se corta las venas porque Alfredo le dijo que tenía SIDA xD
 Dio un cambio radical la historia, ¿verdad?
Solo espero que sea un cambio que les agrade, porque ya me había aburrido de siempre lo mismo.
¿Ahora entienden porqué tan WOW! la actitud de Matt en el episodio pasado?
Bueno, por lo menos yo lo entiendo xD
Niñas, enserio que no saben cuanto me gustaría que me pusieran qué quieren que pasé en la historia, ustedes también pueden darme unas ideitas para ya no tener mas bloqueos mentalesxD
No se pueden imaginar lo aliviada que me siento de picar:
"Publicar entrada" xD

Adios
(y no tienen la mínima idea de lo que pasará en el próximo episodio xD)

4 comentarios:

Melissa dijo...

Por fin!!!! Ya quería leer otro capitulo :) estoy demasiado intrigada y ya quiero saber que va a pasar
Besos!!

mmariab dijo...

OMG!!!! jaja valio la pena la espera! ame el cap.. si quieres saber que quiero que pase... que Alfredo no tenga SIDA, que Matt confiece que si esta enamorado de Daniela, que se lo diga a Alfredo, y cosas INTENSAS jaja ok not.. pero amo tu blog.. besos (:

Melissa dijo...

Yo quiero saber que va a pasar!! quiero, quiero :D
Ojalá que no te demores mucho xD´

Besos!!

Brends dijo...

Muyyy bueno el capii :)
De verdad te entiendo lo del bloqueo yo estoy asi con mis historias, y lo peor es que el colegio no me ayuda mucho u.u
Bueno espero que subas pronto y SIGUE ASI :)
Escribes muy bieeen, nunca dejes de hacerlo :D