lunes, agosto 23, 2010

Mejor POV Alfredo

-Cálmate, amor- le repetía una y otra vez.


-¡¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME?! N o s i e n t o m i s p i e r n a s. ¿Así o lo quieres más claro?- no dejaba de gritarme.

-Espera aquí, le hablaré al doctor- dije ya harto de sus gritos.

-Por favor, no me dejes- dijo cambiando repentinamente de súper enojada a triste. Tuve que respirar dos veces para poder calmarme.

-Daniela, necesito saber que te pasa, voy a volver lo más rápido posible, ¿si?- le dije con una sonrisa.

-Prométeme que vas a volver-


-Te lo juro, Dani-


-Está bien pues, ve- dijo con... ¿una lágrima?


-¿Qué tienes, amor?- le dije desconcertado.


-Nada, es sólo que no puedo creer lo afortunada que soy de tenerte y al mismo tiempo pienso que en cualquier momento voy a perderte y no quiero eso- dijo desviando su mirada.


-Mírame- le dije poniendo mis manos en sus cachetes y haciendo que me viera- nunca, NUNCA me vas a perder, ¿de acuerdo?- le dije con la mano en el corazón.


-Alfredo, ¿qué va a pasar si esto que tengo hace que me quede paralítica? De verdad que yo quiero que tú seas feliz, y no creo que lo seas con alguien discapacitado-


-Pues si esto llega a ser más grave de lo que pensamos, tú seguirás siendo la misma para mi. Nada de que discapacitados ni que nada, ¿está bien?-


-Esta... bien- dijo con una sonrisa no muy segura.


-Eso es, ahora, voy a ir con el doctor y volveré lo más pronto posible- dije y le di un pequeño beso. Me levanté y cuando iba a abrir la puerta entró el doctor.


-La... señorita que esta ahí afuera me avisó que estaba gritando. ¿Le pasa algo?- dijo con la vista fija en mí, como acusándome.

-Doctor, no... siento mis... piernas- dijo empezando a sollozar.


-Si... como lo pensaba- dijo para él mismo- mira Daniela, estos son efectos que pasaron por el accidente. Descuida, NO son permanentes, pero si te van a durar un ratito, un mes o dos máximo. Éste Diagnóstico no es seguro, hay un 20% de probabilidades de que quedes paralítica por siempre, pero descuida, un 80% es MUCHO créeme. Lo que va a pasar es que esta tarde te vas a ir a tu casa, pero tienes que guardar completo reposo por 1 semana, cuando la semana pase, ya podrás seguir con tus actividades, pero todo esto en una silla de ruedas. Cuando pase 1 mes, vas a volver y te voy a decir si sí podrás salir de la silla de ruedas o no- finalizó. No sé si eso era bueno o malo, pero yo lo veía realmente bueno. Ahora la mamá de Daniela debería de estar brincando de la alegría.


Después de unos momentos el doctor salió y entró una enfermera. La revisó de todo a todo, hasta me hizo salirme que porque le iba revisar la parte más sagrada que tenía.


-Hola- le dije a Laura que aún estaba afuera.


-¿Qué le estabas haciendo a mi hermana eh?- me dijo con mirada acusadora.


-¿Yo? Nada- le dije rodando mis ojos.


-Más te vale. ¡No es justo! Yo he estado aquí todo el día para ver si me dejan pasar a verla y no quieren, que sólo tú que porque no se que- dijo fingiendo estar enojada.


-Ya ves, los privilegios que uno tiene por ser el novio- le dije con una sonrisa satisfactoria.


-Ok, ya es tiempo de que me cuentes. ¿Cómo que novios? y, ¿Cómo que tu eres Alfredo?  Te ves muy...- me miró de arriba abajo, zorreo total- niña para ser él-


-¿Niña? ¿Es enserio? ¿No se te ocurrió nada mejor?- le dije riendo.


-Yo solo digo lo que es- finalizó.


-Entonces... ¿soy muy niña? Pero si me baño estaría muy guapo, ¿verdad?- le dije sin poder quitar la sonrisa de mi cara.


-Pues, pues... tal vez. Y ahora ya pestañotas, dime lo que les dijo el doctor-


-¿Pestañotas? Déjame decirte que no eres nada original. El doctor nos dijo que... Dani va a tener que estar en silla de ruedas por lo menos dos meses y que... hay una probabilidad de que quede... para...lítica- dije desviando la mirada.


-¿Paralítica? Hay no es cierto- dijo negando con la cabeza y, por primera vez, la vi sin una sonrisa en su cara.


-Sólo hay que tener fe- le dije abrazándola y en ese momento salió la enfermera.


-Ya pueden entrar, pero solo uno, por favor- dijo y se fue.


-Entra tú- le dije.


-¿Seguro?- me dijo con una lágrima cayendo por su mejilla.


-Claro que si- le dije y ella no renegó más y se metió.

Me quedé sentado como por 10 minutos y entonces llegó la mamá de Daniela casi corriendo.


-¿Mi hija ya despertó?- me dijo desesperada.


-Si, señora, despertó hace como 2 horas- ni siquiera había terminado de hablar y la señora ya había entrado al cuarto. Como 2 minutos después salió Laura.

-¿Qué pasó?- le dije cuando se sentó a mi lado.


-No se, su mamá entró y se me hizo lo más prudente dejarlas hablar. Oye pestañotas, era enserio lo del baño, ya está empezando a apestar por aquí- dijo volviendo su sonrisa.


Pasaron dos días y el doctor por fin dejo salir a Daniela, aunque le había dicho que iba a salir el mismo día en que despertó, pero él quería estar seguro y a mi no me molestaba nada. Daniela me dijo que me fuera a mi casa a descansar, porque en todo lo que ella había estado mal, yo no me había ido del hospital. Le hice caso, pero entonces me acordé de que mi carro se había quedado en donde fue el choque, así que me dieron raite.


-Iré... a las 4 a tu casa, ¿está bien?- le dije cuando ya habíamos llegado a la mía.


-No, no esta bien- dijo regañándome.


-¿Por qué no, amor?- le dije confundido.


-Alfredo, tienes que descansar, ya no aguanto verte así-


-Pero si yo estoy bien- le dije excusándome.


-Alfredo...-


-Pero tú me necesitas más-

-Claro que no. ¿Crees que no puedo arreglármelas sin ti?- dijo retándome.
 -No me importa si puedes o no. Yo sólo... quiero estar contigo-


-Puedes soñar conmigo- dijo con una gran sonrisa-. Alfredo, enserio, ¿cuánto has dormido desde que estaba en el hospital? Te pongo 6 máximo-


-Ya pues, nada más dime que ya no me quieres ver- dije haciéndome el enojado.


-Uy uy uy, el indignado le dicen- dijo con una sonrisa.


-Si y mucho eh-


-Jaja, tonto. Está bien, ya no te quiero ver, ¿así?- dijo con una gran sonrisa.


-Claro que no-


-Niños, llevo aquí una hora, ¿ya se van a decidir?- dijo su mamá.


-Está bien, pues como ya no me quieres ver iré mañana, es todo un gran día sin tí. ¿Con eso te conformas?-


-Si- dijo y me acerqué para darle un beso.


-Gracias señora- le dije a su mamá y me bajé.


Llegué a mi casa y mi mamá no estaba. Lo primero que hice fue ir al refrigerador. Lo vacié. Cuando por fin me quede lleno me fui a dar una buena ducha. Me fui quitando la ropa mientras me acercaba al baño que estaba en mi habitación y de verdad que cuando sentí el agua caliente recorrer mi cuerpo, sentí como todo el peso que tenía encima se había ido.


No tenía SIDA, Daniela, al parecer, no iba a quedar paralítica por siempre, volvimos a ser novios, creo que tengo una nueva mejor amiga y había faltado una semana completa en la escuela. Las cosas definitivamente no podían ir mejor.


Cuando sentí que todo el polvo y la sangre que tenía en mi cuerpo se habían ido junto con el jabón y el shampoo, me salí. Eran exactamente las 4 de la tarde. Me puse unos boxers y me tiré en la cama. Me dormí en menos de dos minutos.


-Alfredo, Alfredo despierta, ya son las 3:00 pm hijo- me dijo mi mamá moviéndome un poco.


-¿LAS TRES?- dije abriendo mis ojos estrepitosamente.


-Si- me dijo mi mamá que estaba sentada a mi lado.


-Wow! Si que es tarde. Tengo que ir con Daniela- le dije pasándome los dedos por el pelo y levantándome.


-¿Otra vez? Hijo, te va a venir haciendo daño...-


-Claro que no mamá, no me puede hacer daño estar con el amor de mi vida, ¿o si?- dije retándola. Ella se limitó a mirarme con cara de reproche y salió de mi habitación, en ese momento me di cuenta de que sólo traía boxers y me puse todo rojito.


Me volví a bañar y me puse lo primero que hallé, me “peiné” y bajé a comer algo, aunque todavía estaba lleno.


-¿Dani? Voy saliendo para tú casa- le dije sacando un pan de la tostadora.


-Hay amor, está bien. ¿Y cómo te vas a venir?- dijo retándome.


-Mi mamá ayer fue por mi carro a donde lo había dejado. Es una diosa ¿no?- le dije después de darle una mordida a mi pan.


-Claro que si, ella es más que eso- dijo y supe que tenía una sonrisa en su cara.


-Está bien, entonces, llego como en... 6 minutos- dije dándole otra mordida y esta vez crujió mucho.


-Jaja, ok. Adiós, te amo-


-Yo te amo mucho más-


-No creo que eso sea posible- dijo y colgó. Yo dibujé una sonrisa en mi rostro, le di un beso a mi mamá y me dirigí a mi carro.


Llegué justamente a los 5 minutos, me quedé en la puerta hasta que se hicieran los 6 y toqué el timbre.


-Hola- me dijo... Laura.


-Hola, ¿qué haces aquí?- le dije dándole un beso en la mejilla y entrando.


-Pues te recuerdo que yo soy la hermana, así que yo tengo más derecho de estar aquí que tú- me dijo con una gran sonrisa.


-No lo creo- le dije negando con la cabeza.


-Pues vete haciendo a la idea- dijo sin quitar la sonrisa que la caracterizaba-. Oye, ¿ya te bañaste, verdad?- dijo cambiando de tema.


-Si y dos veces-


-Se nota, ahora si te ves mejor que... antes- dijo y salió.


-¿Ya te vas?- le dije sacado de onda.


-Ajam, llevo todo el día aquí, pestañotas-


-Mmm... bueno, nos vemos luego- le dije sonriendo.


-Pff... por supuesto que nos vemos luego, ni creas que te vas a deshacer de mi tan fácilmente eh- dijo y con la mano me dijo adiós.


Sin dejar de sonreír cerré la puerta y subí las escaleras. Toqué en el cuarto de Daniela como nadie me contestó, entré. No había nadie. Volví a bajar las escaleras y miré a su mamá en la cocina.


-Está en mi cuarto. Los intercambiamos para que no tuviera que estar subiendo y bajando las escaleras- me dijo después de que le pregunté.


-¿Dani?- dije abriendo la puerta del cuarto de su mamá.


-Hola- me dijo con una gran sonrisa. Estaba sentada en su cama con un tazón de palomitas en las piernas.


-Hola- le dije sentándome a un lado de ella y dándole un beso.


-Ahora te ves mejor amor- me dijo sin quitar su sonrisota.


-Fue lo mismo que me dijo Laura. ¿Tú cómo estás?-

-Muy bonita- dijo con sonrisa pícara.

-Dime algo que no sepa por favor- dije acercándome a sus labios. La besé como hace mucho no la besaba. La besé con todo el amor de mi corazón, fue el beso más puro, el más bonito y el más largo que hallamos tenido jamás. Cuando me quité la abrasé y le susurré un “Te amo” en el oído.


-Ya te extrañaba- dijo después de un rato de un silencio muy cómodo.

-Y yo a ti- le dije recargado en su hombro.

-Y ahora si, me tienes que contar que pasó antes de todo esto-
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Buaaaaaaaaaaaaa, siento que cada vez que publicó vengo con una exusa xD
pues si, es hora de las excusas 8---------)


Le tiré leche a mi laptop c:
esperen... LE TIRÉ LECHE A MI LAPTOP!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
no, si se lo preguntan no fue n a d a  bonito :c
De que yo estaba muy feliz comiendome mi pan y entonces agarré leche 8-----)
y la puse a un lado de la computadora,  tomé poquita y como que con me distraje
y con el brazo la tiré, y para acabarla encima de la maldita laptop!!!!
Pff... ni me pregunten como me fue porrrrr favorrrrrr :c


Y, ok ok, se los concedo, no valió tiempo al espera, lo se, no tienen que decirmelo
créanme que no tenía motivos para estar inspirada :c
fue el peor capítulo en mucho tiempo y me odio por eso, 
peeeeeero, había hecho otro capítulo, 
en el que Daniela se quedaba paralítica para siempre,
y entonces no me gustó, porque las piernas se usan para muchas cosas,
fue la primera vez que me di cuenta de eso,
y no quería que mi personaje principal se quedara sin piernas :c
aunqueeeeee... todavía hay posibilidades de que lo haga :c


En otras noticias, me llegó un comentario, decía:

Gabriela dijo...




Hola, como estas ???



Permiteme presentarme soy Gaby administradora de un directorio de blogs y webs, visité tu página y me parece un exito, me encantaría contar con tu site en mi sitio web y asi mis visitas puedan visitarlo tambien.



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Exitos con tu página.



Un beso



gabrielatorresglinch@hotmail.com


Ustedes que creen, será verdad?
a algunas de ustedes les a llegado este mensaje?
será sólo un virus?
Necesito saber lo que piensan, porque a mi NUNCA me había llegado un comentario así .
 
Daniela: Entiendo que te gustó el cap. pero no me lo tienes que escribir en tres comentarios xD  Con uno entiendo 8-----)  Jaja, no es cierto, si quieres escríbeme 8, no me awito, pero gracias me alegraste el día con tres comentarios xD
 
Sandra: Güerita es igual a rubia, con el pelo amarillo 8--) blond ?
ya captas? xD

Bueno, creo que eso es todo 8--)
espero sus comentarios y listas porque pronto viene un concurso 8----)
Ba-baaaaaayyyyyyyyy : D

sábado, agosto 07, 2010

Hermanastra? POV Alfredo

La única imagen en mi cabeza era la de una señora llorando desconsoladamente a un lado de su hija inconsciente. Cuando la mamá de Daniela se había enterado de que su hija podía quedar paralítica, prácticamente, todo se le fue abajo.


No dejaba de repetir todo lo que su hija iba a tener que dejar por culpa de eso, parecía loro de tanto que lo repetía. Obviamente ya sabía todo lo que iba a tener que perder. Era como si estuviera tratando de abrirme los ojos, pero yo ya los tenía muy abiertos. ¿Por qué no podía callarse de una maldita vez? No veía que me hería cada vez que lo mencionaba. Era como si tuviera clavada una daga, y cada vez que la señora decía otra cosa que Daniela ya no iba a poder hacer, la clavaran más.
 “Mi hija ya no va a poder correr”, “Mi hija ya no va querer salir a la calle por miedo a que la vean feo”, “Mi Danielita ya no va a poder hacer nada por sí misma”


Por Dios, lo decía como si le estuviera pasando a ella y no a Daniela. ¿No se supone que una mamá es para dar palabras de aliento en situaciones así? Además, ni siquiera era seguro que fuera a quedar paralítica, claro, las probabilidades estaban en nuestra contra, pero al diablo con las probabilidades.

De verdad que no puedo creer como esta señora me pudo llegar a caer tan bien alguna vez. Tal vez si me pusiera en su lugar, pudiera entender algo, pudiera entender porque se comportaba de esa manera, porque no paraba de enterrarme esa maldita daga. ¿Por qué no terminaba de clavármela? ¿Por qué me quería hacer sufrir más?


Yo estaba en una esquina, en la más alejada a la señora. Mi mamá había venido en cuanto se había enterado de que a Daniela le había pasado algo, claro, eso fue hace dos días, ahora ella estaba en mi casa, o probablemente trabajando, la verdad no tenía idea porque había perdido la noción del tiempo, pero bueno. Mi mamá había aprovechado para traerme una almohada y una sábana, probablemente porque sabía que no me despegaría de ella hasta que despertara, o hasta que saliera del maldito hospital, y estaba usando esa almohada para suprimir todos los insultos que le quería decir a la señora. Si, la almohada ya estaba más insultada que un maldito abusador de niños, bueno, ni tanto.


-Alfredo, ¿te importaría si me duermo un rato? De verdad que ya no aguanto- me dijo la señora entre lágrima y lágrima.

-No, esta bien, tómese el tiempo que quiera- le dije con una gran sonrisa.


-Gracias, gracias por todo, enserio. Yo nunca pensé que fueras a estar aquí por tanto tiempo, acompañando a mi hija, de verdad que yo se que ella lo apreciará mucho. Se que lo apreciará aunque tenga que estar en una silla de ruedas por toda su vida. Aunque ya no pueda hacer TANTAS cosas, se que lo apreciará- dijo la señora rompiendo en lágrimas. Yo no tenía idea de cómo le podían seguir saliendo si en todos los dos días se la había pasado llorando como Magdalena. Y sin dejar de llorar salió de la habitación.


Me le quedé viendo a Daniela y, aunque estuviera en una cama con mil cosas pegadas a su cuerpo, se me seguía haciendo la persona más bella del mundo. Me le acerqué y me senté a un lado de ella.


-¿Te das cuenta de todo lo que me haces pasar?- le dije sonriendo, pues ya no le veía el caso a llorar. Le agarré la mano y con la otra le empecé a acariciar el cachete. Puse mi cara en su hombro sin dejar de agarrarle la mano, le empecé a susurrar: “Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo , te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, por favor, no me dejes”. Eso en parte se me hizo estúpido, porque sonaba como si quisiera que no fuera a morir, pero no, yo ya sabía que no se iba a morir, el doctor ya lo había confirmado. Yo me refería a otra cosa.


No tengo idea de cómo pasó, todo fue tan rápido y confuso... sólo sentí como su mano apretó la mía y un segundo después, una enfermera me estaba sacando a jalones de sala.


Cuando al fin pudo sacarme, me senté en una banca que estaba afuerita. Cómo 5 minutos después entró n doctor y yo le estaba rogando al señor que se pusiera bien.


-Hola- me dijo una muchacha sentándose al lado mío.


-Hola- le dije volteando a verla.


-!Wow! Tienes una pinta muy mala, muchacho- dijo empezándose a reír.


-¿Gracias?- le dije devolviéndole una sonrisa tímida.


-Jaja, no mentira. La verdad es que si te bañaras y te cambiaras de ropa, estoy segura de que serías bastante guapo- dijo con una enorme sonrisa en su cara.


-Bueno, gracias por el cumplido, empezaré a no bañarme seguido- dije y ella explotó en risa. Definitivamente esta niña era muy risueña.


-Inténtalo y talvez te salgan más pretendientes de las que seguro ya tienes- eso me recordó a Daniela y quité la sonrisa de mi cara.


-Si, claro- creo que ella notó que algo iba mal y también quitó la sonrisa de su cara.


-Y... bueno, ¿Estás aquí por Daniela?-


-Si-


-Oh... ¿Eres su primo o algo por el estilo?-


-No, la verdad que no tengo idea que soy de ella. ¿Y tú?-


-Soy... su media hermana- eso me dejo en shock. Daniela nunca me había dicho que tenía una media hermana y menos de su edad. Ella notó mi estado de shock y quiso quitarle tensión al momento con una sonrisa.


-Yo... éste... Daniela nunca me dijo que tuviera una media hermana-


-Mmm... no exactamente uno, tiene tres, pero yo soy la más unida a ella- ¡¿Tres medios hermanos y nunca me lo había dicho?!


-¡Wow!- fue lo único que salió de mi boca.


-Pues al parecer la debes de conocer bastante bien como para que te sorprendas de que no te halla hablado de mi existencia- dijo con tono acusador.


-Pues... este, ella es... el amor de mi vida- dije encogiéndome de hombros.


-¡Wow! ¡¿Enserio?! Pobrecito- dijo agachando la cabeza. Eso me sacó de quicio-


-¡¿Pobrecito?! ¡¿Es enserio?! ¡¿Pobrecito de qué?!- le dije casi gritando.


-Pues... ella tiene novio, ¿No lo sabías?- justo en ese momento sentí como mi corazón hizo un: “¡Crack!”.


-No, ella... no puede- me dije a mi mismo.


-Claro que puede, y está bastante enamorada eh. Hasta me dijo que se quería casar con él, y eso, créeme, es MUCHO para una chica- dijo con cara de resignación. ¿Qué tan pronto me había olvidado? Ya no le veía el caso de seguir en ese lugar.


-¿Se quiere casar con él? ¿Pues como se llama?- le dije casi con lágrimas en los ojos.


-Era algo como... Al...¿ejandro? Al...¿ex? Al...¿fonso? algo así-


-¿Alfredo?- le dije sacado de onda.


-¡Ándale! Alfredo, ¿lo conoces?- me dijo con cara de pena.


-Algo así- le dije con una gran, GRAN sonrisa en mi cara. En ese momento, salió el doctor que me había dicho que Daniela podía quedar paralítica, casi corriendo de la sala en donde ella estaba.


-¡Doctor! ¡Doctor, espere por favor!- le grité y me paré para empezar a seguirlo, pero el se dio la vuelta en cuanto le hable.


-¿Qué pasa, joven?- me dijo muy amablemente.


-¿Cómo... cómo está ella?- el dije nervioso.


-Acaba de despertar, no para de preguntar por un... Alfredo. Lo tengo que buscar porque si no, no se va a callar nunca y necesita guardar reposo. ¿De casualidad no lo conoce?-


-Soy yo- le dije con una amable sonrisa.


-¡Oh!, pues pase, por favor- asentí y empecé a caminar hacia su cuarto.


-Espera, ¿Tú eres Alfredo?- me pregunto la hermanastra. Yo sólo volteé sin dejar de caminar y le dediqué una gran sonrisa.


-Por favor, tómeselas- le estaba diciendo la enfermera que me sacó a patadas a Daniela.


-No, yo... lo quiero aquí- dijo Daniela con la voz más débil que nunca le había escuchado.


-El doctor lo fue a buscar, por mientras te las puedes tomar- le dijo la enfermera acercándole las medicinas.

-No, yo quiero a Alfredo- dijo y se cruzó de brazos. Yo sonreí al oírla y me acerqué a ella. Cuando me vio, sentí que todo estaba bien, sentí como todo había vuelto a empezar, sentí la hermosa sensación de la reconciliación.


-Aquí estoy, amor- le dije con una gran sonrisa y le agarré la mano. Ella me devolvió la sonrisa y agarró las pastillas con la otra mano, se las metió a la boca y agarró el agua, luego tragó.


-Gracias- dijo la enfermera en tono sarcástico.


-Te extrañaba tanto- me dijo Daniela, todavía con la voz débil, después de que la enfermera salió.


-Yo también, no tienes idea- le contesté y me acerqué a sus labios, pero ella volteó su cara. No me pude resistir y se lo di en el cachete.


-No creas que con esto te salvas, todavía me debes una gran explicación- me dijo con una mirada de reproche.


-Si, tienes razón. Creo que tú también me debes unas cuantas a mí eh-


-¿A sí? ¿Cómo cuáles?- me dijo retándome.


-Pues, como porqué te emborrachaste si tú nunca lo haces, de hecho, nunca te he visto con una cerveza en la mano. Aparte, ¿a que no sabes a quién acabo de conocer?-


-¿A quién?- me dijo desconfiada.


-A tu  h e r m a n a s t r a- cuando dije eso, se le salieron los ojos de las casillas.


-¿Es enserio?- dijo con la voz más fuerte que le había oído desde que la vi hablando otra vez.


-Si, yo no miento- le dije con una sonrisa.


-Dime por favor que era Laura, por favor, dime que era Laura-


-No lo sé, no me dijo su nombre- le dije sacado de onda.


-¿Era güerita?-


-Mmm... si- cuando dije si, ella dio un gran suspiro.


-Era Laura- dijo con una gran sonrisa-, tenemos el mismo papá. A ella la amo-

-Pero a mí me amas más ¿verdad?- dije devolviéndole la sonrisa.


-No lo sé, puede ser- me dijo con una sonrisa coqueta. Me volví a acercar a sus labios y esta vez no se quitó. Le di un gran beso de piquito y en ese instante, oí como alguien carraspeó.


-Lo siento señorita, pero tiene que comer algo- dijo la enfermera acercándole una bandeja llena de comida. Yo me quité porque casi estaba arriba de ella y la enfermera tenía que poner la comida.


-No tengo hambre- le respondió Daniela.


-Pues va a tener que comer aunque no la tenga. No ha comido comida sólida desde hace tres días y eso no es bueno para la salud- le dijo la enfermera amablemente.


-Pero de verdad que...-


-No se preocupe, yo la haré comer- le dije a la enfermera y agarré la cuchara.


-Gracias, otra vez. Oh! Y por favor, dejen de hacer lo que estaban haciendo cuando yo entré, tenemos que dejar al corazón con el ritmo en el que está, porque sino, podría ser grave-


-Esta bien- le dije con una sonrisa apenada.


Y después de darle muchas vueltas a la comida, por fin se la pudo acabar. Nos quedamos platicando un buen rato. Me contó sobre su hermanastra, me dijo que sus papás se habían divorciado cuando ella estaba embarazada porque su mamá se había enterado de que él la engañaba, entonces él se fue con la “amante” y tuvieron a Laura y a otros dos niños. Me contó que aunque eso había pasado, él la seguía visitando, y que casi todos los domingos, se iba a la casa de él y que ella quería a Laura como si fuera su hermana de verdad.


-Si, parece una chica amable. Se ríe por TODO- le dije remarcando la última palabra.


-Jaja, si.  Es una gran persona- dijo suspirando.


-Si, parece una gran persona, de hecho me dijo algo que me hizo el día- le dije con una sonrisa enorme.


-¿Qué te dijo?-


-Es que, le dije que eras el amor de mi vida y ella me dijo: “Pobrecito” y yo le dije: “¿Pobrecito porque?” Y me dijo que no me podías corresponder porque tenías novio y que lo amabas mucho y que hasta tenías planes de casarte con él-


-¿A sí? ¿Yo nunca dije eso?- dijo en tono sarcástico.


-¿No?- le dije con el mismo tono.


-No. Bueno, tal vez lo halla mencionado...- me dijo sonriendo.


-Ya lo sabía- le dije devolviéndole la sonrisa. Cuando estaba con Daniela, ni siquiera me acordaba que estábamos en un hospital, el tiempo se me iba volando, y eso era hermoso.


-Alfredo- dijo de pronto con cara de pánico.


-¿Qué pasa?-


-¿Por qué diablos no siento las piernas?-
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DIOS!
A que no adivinan que me pasó,
se me olvido la contraseña del blog O_o

Es que se la cambie, porque la que tenía estaba muy tonta,
pero se la cambie sin querer, yo se la quería cambiar al msn, me explico?
esque hice una cuenta en youtube y me pedía un msn, entonces, yo inventé uno y le puse una GRAAN contraseña, hermosa contraseña, la verdad ♥_♥

Y entonces, me metí al msn que tengo para el blog porque le quería cambiar la contraseña, pero yo ni idea de que tambien se le había cambiado al blog.
La verdad, estoy hecha un desastre, no tengo idea de que hice para que la contraseña se cambiara.

Y entonces reinicié mi computadora porque anda mal, dice que la cambie la batería o algo asi, y me metí al blog y se había salido, entonces me traté de meter y no podía.
La contraseá tonta que tenía, no era.  De  v e r d a d, que traté como 20 veces con distintas contraseñas, con las que me acordaba, y no pude.

Ya me había dado por rendida, casi lloraba :C
Fue horrible la verdad .

Días después me metí a mi nueva cuenta de youtube, que por su culpa me había quedado sin blog, y dije: "Les voy a escribir en el imbox que ya no habrá blog, haber si alguien lo ve :C" y me equivoqué y en lugar de ponerle la url del blog le puse: blogger.com y ya estaba adentro (?)

No me pregunten, NO TENGO LA MÁS mínima IDEA DE CÓMO PASÓ, PERO PASÓ.
Por eso publiqué hasta ahora, porque no me podía meter desde el sábado pasado :C
Y por eso es un capítulo TAN largo, espero que no se hallan aburrido.

En otros temas, Sandra, no sabes como me reí con tu comentario xD
Ahí está, ya quité la música de shakira, que no tengo idea de porque la tenía 8-)
y según yo había puesto nueva, pero ese reproductor no sirve y me da flojera cambiarlo xD

Bueno, me voy esperando que hallan disfrutado de éste cap. que me costó tanto trabajo subir (y ya les expliqué porqué xd=

Ba-baaaaaaay♥