sábado, noviembre 28, 2009

-¡¡¿QUE?!! PV DANIELA


-Alfredo, ALFREDO!- le gritaba mientras corria detras de el, tratando de alcanzarlo. El parecio que ni siquiera cuenta se dio. -Alfredo, espera!- le gritaba como loca, estaba segura de que a esa distancia si me alcanzaba a oir. En ese momento lo alcanze y le agarre el hombro para que se volteara.


-¿Que quieres?- me pregunto con el tono mas antipatico con el que le habia escuchado hablar en mi vida. Me sorprendi demasiado, sabia que algo malo habia pasado, pero al ver su cara, la piel se me puso chinita.


-¿Que te pasa?- le pregunte tratando de contener el llanto.


-¿Que si que me pasa?, bueno lo que pasa es que mi novia, de la que estaba... estoy perdidamente enamorado, me corto, y ¿sabes por que?- negue con la cabeza- por tu culpa!- ¡¡¿QUE?!! ¿habia escuchado bien? ¿por mi culpa?


-Pe...pero, Alfredo- trate de decirle, pero me interrumpio.


-Alfredo nada. ¿Sabes que?, ya no quiero saber absolutamente nada de ti, no quiero volver a verte, a hablarte, ni quiero hacer algo que tenga que ver contigo ¿entendiste?- no pude hacer nada mas que decirle que si con la cabeza. Y en ese momento se dio la vuelta y se fue. Yo estaba a punto de derrumbarme en el piso, cuando senti que unos brazos tibios rodeaban mi cintura. Era Matt, por supuesto, el ahora era, mi unico ailivio, ya que Brianda ni me pelaba por estar con su novio.


-No te preocupes, ya se le pasara, lo conosco- me susurro al oido. No sabia como, pero al parecer, Matt ya se habia enterado de que a mi, Alfredo me encanta. Yo solo me limite a abrazarlo mas fuerte y sollozar sobre su hombro- ¿Ya te quieres ir?- me pregunto despues de un rato.


-S-s-si- logre decir. Me condujo a la puerta y me llevo a casa. En cuanto entre, me acoste en mi cama y me desahogue con mi almohada.


Al dia siguiente me desperto alguien que estaba tocando la puerta. Yo tenia tanto sueño, ya que llorar agota mucho, que ni siquiera le hice caso a la persona que tocaba la puerta, hasta que oí que esta se habria .


-Hija, hija, tienes que ir a la escuela- me decia mi madre dandome pequeños empujoncitos.


-No ire- le respondi secamente.


-Hija, no se que te paso anoche, pero la vida sigue, no te puedes derrumbar por lo que sea que fuese- dijo mi madre.


-Tu no sabes lo que paso. Es mas mama, ni siquiera yo lo se, pero te juro que si lo supiera, lo trataria de arreglar- le dije enojada.


-Hija, tu no puedes cambiar el pasado, pero lo puedes dejar ir- me dijo mi madre. Y era verdad, yo ya no podia cambiar nada de lo que se supone que habia hecho, pero podia dejar que las cosas tomaran su rumbo, podia dejarlas ir, y eso trataria, trataria de no pensar en lo mucho que me habia lastimado anoche Alfredo, en verdad lo trataria, pero no prometo nada.


-Tienes razon mama, ya bajo a desayunar- mi madre me dedico una amplia sonrrisa y antes de irse me dio un beso en la frente. Yo me vesti y me arregle para ir a la escuela, sin muchas ganas la verdad.


Y entonces recorde lo que habia pasado anoche: baje las escaleras para cenar y sono mi celular, era Matt, que queria que fueramos al cine. Ja! si no hibieramos ido, lo mas problable es que no hubiera tenido que presenciar esa horrible escena de anoche, no hubiera visto la cara de Alfredo cuando su novia, me imagino, lo cortaba. El no me hubiera dicho todas esas cosas, no por lo menos tan alterado como habia estado en el cine y talvez huieramos podido platicar y saber que era lo que yo habia hecho que estaba tan mal, como para que su novia lo cortara. Agite la cabeza para alejar los pensamientos que se habian empezado a dibujar en mi cabeza.


Mi mama habia hecho mi desayuno preferido, supongo que para alegrarme el dia, pero no lo logro. Me dirigi a la escuela cabizbaja, sin poder dejar en pensar que era lo que habia hecho mal, pero no recordaba nada, absolutamente nada, que hubiera hecho que Alejandra cortara con Alfredo.


Llegue a la escuela y no me dio mucho gusto saber que me tocaba historia, con el. Cuando llegue, el ya estaba en la clase, con unas ojeras demasiado marcadas y se veia destrozado. Tambien note que estaba como a un kilometro de distancia de su sitio habitual, que era a mi lado. Cuando llegue, se me quedo mirando, con una expresion que no supe reconocer, tal vez un poco de odio, infelicidad, arrepentimiento, otra vez odio y tristeza. Acto seguido suspiro y bajo su cabeza.


Yo me acomode en mi mesabanco, con cara de, no se que. Ya no aguantaba, las lagrimas me rogaban por salir de mis ojos, pero las contuve. Decidi que necesitaba mis respuestas, y que las obtendria. El no podia acusarme de algo que ni siquiera estoy segura de haber hecho. Despues de clase, lo enfrentaria.

1 comentario:

Sarah dijo...

No creo que enfrentarlo sea la mejor manera, tal vez platicar sera mejor. En el fondo creo que esta muy arrepentido
espero la acontinuacion
besitos